Let us die young or let us live forever we don't have the power but we never say never

Love

jueves, 5 de junio de 2014

Te ponías tan guapa al reír.

Aquella noche aprendí algo nuevo: nunca hay límite cuando se trata de estar roto. Estando ya todos y cada uno de mis huesos convertidos en polvo siguieron recibiendo golpes. ¿Quién es tan enfermo como para golpear lo que ya no es nada? Nada. Eso es lo que soy, una acumulación de polvo y lágrimas que inútilmente intentó reconstruirse. Soy eso que, otorgó a lo que ya no existía, la capacidad de amar.Y parece que la noche hace los golpes más duros, que la Luna se encarga en intensificar la potencia con la que impactan sobre mí, sobre aquello que alguna vez fue algo. Como si el crepúsculo amase los extremos y sólo permitiese el amor con locura o la locura por amor. Como si algo se encargase de mantener con vida a un generador de dolor cuya función no es otra que la de vaciar completamente un cuerpo y dejarlo afligido, acabar con él, matarlo poco a poco.