Ahí está, lo puedes ver perfectamente, entre varias personas que no te interesan mucho, ahí esta su nombre, al lado de ese punto verde, resalta sobre los demás, decidida abres la ventana y escribes un "hola :)" que acabas borrando, ¿por qué?, no lo sabes, supones que será miedo, entonces cierras la ventana y te tumbas a pensar. Es increíble, tienes un gran monólogo interior por su culpa y él ni se lo imagina. Deseas que te hable, sería tu mayor alegría ver como esa pestaña que has cerrado, se abre, pero no porque la hayas abierto tú si no por que ha sido él quien ha querido, pero por dentro sabes que eso es poco probable que ocurra, para él, eres una de esas personas que no le interesan mucho, y sigues con tu monólogo buscando razones para hablarle y razones por las que no y pasa el tiempo y sigues dudando, ves su fotos, le quieres, cada día más y abres la ventana y la cierras y piensas, mucho, llega a ser demasiado y dudas ¿y al final? , nada, ya no está conectado. Y decides que la próxima vez que esté ese punto verde al lado de su nombre, hablaréis y lo que no sabes es que se repetirá el mismo proceso de siempre que acabará en nada.