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Love

domingo, 1 de enero de 2012

Dos mil once.

No tenía pensado para nada hacer esto, me parece algo muy habitual, lo hace todo el mundo, y sobretodo pensar que el 2011 no ha sido uno de los mejores años para mí, me echaba para atrás, hasta que me he puesto a pensarlo, definitivamente este no ha sido un año tranquilo, abundan cosas extremadamente buenas al igual que extremadamente malas, demasiados cambios de ánimo, pero como es normal, me voy a quedar con lo bueno.
Lo primero, que marcó este año para mi, fue una personilla, que conocí en 2010, pero nuestro año ha sido este, millones de risas, lágrimas y puede que un par de enfados, pero experiencias únicas, lo que tengo que destacar de este año, sin dudarlo, es el Verano, aún recuerdo que deseaba que no llegase nunca, ya que suponía irme, y apartarme de todo durante varios meses, pero no fue así, hubo idas y venidas, dormimos en mil  sitios distintos, pero juntas, y carpas, tacones, vestidos, música, hasta la madrugada, después llegó aquel viaje, el día 20 Julio, me veía ahí, en el coche, dirigiéndome a lo que sería lo mejor del verano e incluso del año, y cuando llegue, playa, sol, arena, risa, gente nueva, y una anécdota bastante graciosa, sobre todo, fueron 5 días magníficos, con pulseras, enfados raros, amores, besos en la playa, paseos, música, noches de verano, felicidad y también algún momento depresivo, pero algo totalmente perfecto y el ultimo día, despedidas, más besos en la playa y sobretodo llantos, muchos, lágrimas que caían. Y volvimos a la ciudad, a lo de siempre, pensando que todo había acabado, pero no, llego otra fiesta, con otra personilla, ahora eramos tres, y tarimas, chupitos, cubatas, luces, risas, gritos, chicos, descontrol. Más tarde, llego la feria, y más baile, y más noches eternas y más fiesta y más alcohol y más risas sin fin. Tras esto, el bachiller, clases distintas, gente nueva, gente que resulta que te acaba encantando, por sus sonrisas,  por sus gustos, por sus formas de ser, por todo en general y adiós al miedo.
Después, un viaje, una ciudad maravillosa, y autobús, sol, gente nueva, hotel, alcohol, cachimba, locura, complicidad, desenfreno...
sí, definitivamente, no ha sido un mal año.. 2012, supéralo.



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